Convertirse en cirujano capilar

Los implantes de pelo se han convertido en algo de lo más habitual. Dejando a un lado los cortes de pelo para disimular las entradas, o los peinados tipo cortinilla que llevaban antes los que sufrían de alopecia, es posible afrontar la calvicie de maneras menos horteras. Una de las más factibles, es aceptar que el pelo se ha caído y no va a volver. Lucir una calva con total naturalidad y sin prejuicios o complejos, es una de las alternativas más utilizadas. De hecho, son muchos los hombres que llevan la cabeza totalmente rapada aunque la alopecia no haya causados demasiados estragos.

La otra opción, la alternativa para los más coquetos o aquellos que no quieren perder su melena, es el trasplante capilar. Los injertos de pelo o diversos tratamientos que existen para tratar la alopecia, son cada vez más efectivos y factibles. Es decir, cada vez es más fácil encontrar profesionales de la salud que se dediquen a esta cuestión en particular. Al fin y al cabo, lo mismo que existen cirujanos plásticos, cuya misión es mejorar la estética de una persona, los cirujanos capilares, ejercen una función similar. Con la diferencia que en vez de quitar lo que te sobra o modificar algo que no te gusta, te colocan pelo.

Ahora bien, existe una duda respecto a esta rama de la medicina. ¿Quiénes son los médicos encargados de realizar este trabajo? Porque, lógicamente, se trata de médicos colegiados aunque no tenemos muy claro cómo se llega a ser cirujano capilar. Por esa razón nos hemos acercado a la Clínica Kalón, donde los tratamientos capilares y la medicina estética son habituales, para conocer algo más respecto a su formación. Lo que nos han dejado claro es que los trasplantes capilares requieren ser llevados a cabo por un especialista, puesto que deben considerar diversos aspectos para que el tratamiento, tenga éxito y sea seguro.

Un trabajo profesional bajo protocolo

Los problemas de caída de cabellos con cada vez más frecuentes en la sociedad. Esto se debe a la alopecia androgénica que asociada al estrés que padecemos en la actualidad y la mala alimentación, hace que cada vez se dé más entre hombres y mujeres. Aunque los hombres, siguen siendo los que más la sufren. Por esta razón, los trasplantes capilares necesitan ser realizados por un especialista con la formación y experiencia adecuadas.

Realizar un injerto capilar es algo que se debe hacerse siguiendo unos estrictos protocolos sanitarios, por lo que no puede ser llevado a cabo por cualquiera. De hecho, el experto en tratamientos capilares, debe ser cirujano. Lo que deja claro que no cualquier médico puede ser cirujano capilar. Si bien los médicos y los cirujanos son profesionales de la medicina, cada uno cuenta con unas funciones muy diferentes.

Como todos sabemos, la mayoría de profesionales médicos cuentan con una titulación que les hace médicos generales. Es decir, todos los médicos, antes de especializarse, tienen que hacer un grado en medicina. Luego ya se especializan en el campo que más les interese. Los médicos, se ocupan de realizar los diagnósticos de las enfermedades o problemas de salud, con la finalidad de determinar y aplicar el tratamiento más adecuado para cada paciente.

Sin embargo, los cirujanos y especialistas del campo quirúrgico, son médicos igualmente, pero que han escogido las especialidades de cirugía, dentro de las que se encuentran la estética, la vascular, la general, la dermatológica, etc. Su misión es curar enfermedades o corregir aspectos estéticos mediante técnicas y procesos quirúrgicos. Ni un médico generalista o especialista puede operar ni un cirujano diagnosticar.

En lo que respecta a los trasplantes capilares, se trata de lo mismo. Los médicos estéticos, atienden y recomiendan el mejor tratamiento posible, puesto que el trasplante es la última opción. En lo que respecta a los cirujanos capilares, serán los que, llegado el caso, realicen la intervención necesaria y acompañen en el proceso.

De tal manera y para que quede claro, la diferencia entre un profesional y otro de la medicina, reside en la finalidad de su trabajo. Mientras que los médicos diagnostican y tratan las enfermedades, haciendo preguntas, pruebas y reconocimientos, los cirujanos, se ocupan de “arreglar desperfectos” y, a veces de ayudar en el diagnóstico, como es el caso de hacer biopsias para analizar tejidos. Ambos campos se complementan y colaboran entre sí, pero ninguno puede hacer las funciones del otro, a pesar de contar con la misma base. De hecho, sucede lo mismo con las diferentes especialidades. Un alergólogo no puede hacer de reumatólogo o cardiólogo; ni un cirujano vascular puede realizar una cirugía traumatológica.

La formación del cirujano capilar

Para convertirse en cirujano capilar con reconocimiento, un médico debe seguir una formación concreta. Esta formación debe ser integral en el campo de la Tricología y el Micro injerto. Una vez realizado el grado en medicina, hay que realizar un curso específico impartido por profesionales del campo de la cirugía capilar. La práctica y una buena supervisión, resultan esenciales.

Como sucede dentro de cualquier campo de la medicina, la cirugía capilar, se haya en constante cambio. Es decir, se trata de una profesión en la que hay que estudiar y formarse de forma continua. Al mismo tiempo que hay que estar pendiente de las actualizaciones que surgen para poder hacer un uso adecuado y aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y tratamientos existentes. Esto es lo que hace posible que los tratamientos sean cada vez más eficaces y los procesos, resulten lo menos invasivos posible.

Por lo tanto, para convertirse en un cirujano capilar, lo primero que hay que hacer, es realizar el correspondiente grado en medicina, para poder pasar a la especialización en el campo. Actualizarse de forma continua es esencial, por lo que, como ya hemos visto, se trata de una carrera de fondo en la que no se puede parar para no quedarse atrás en los avances.

A continuación, veremos los tipos de tratamientos capilares existentes en la actualidad y que pueden llevar a cabo los cirujanos capilares. Puesto que la caída del pelo puede ser tanto genética como fisiológica, como la que se produce en otoño o patológica, a consecuencia de fármacos o factores ambientales, hay que conocer la causa. También puede ser debida a carencias de nutrientes como vitaminas o aminoácidos, lo que hace necesario determinar el tipo de alopecia, para determinar el tratamiento.

En consecuencia, podemos encontrar diversos tipos de tratamiento:

  • Para tratar la caída y, sobre todo, prevenirla, los tratamientos tópicos y orales, además de la mesoterapia son los más indicados.
  • En caso de alopecia o áreas despobladas, se puede optar por el trasplante capilar aunque se trata de la última opción.

Antes de lanzarse a llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento, es indispensable consultar con un médico especialista. En el caso de que existan dudas sobre el trasplante capilar, conviene contactar con un cirujano capilar para que proporcione la información necesaria. Estos profesionales tienen una visión global del problema y las opciones terapéuticas disponibles por lo que es el más cualificado para resolver dudas.

De cualquier modo, el trasplante capilar, aunque sea la última opción, es la técnica que proporciona mejores resultados, es natural y permanente. Además no solo trata de parar la caída, sino que la revierte con un elevado grado de satisfacción.

En lo que a técnicas de trasplante capilar respecta, podemos hablar de dos técnicas en concreto: la de tira o FUSS y la técnica FUE. La primera de ellas, consiste en extraer una tira de piel de la zona posterior de la cabeza, después se separa en cada folículo piloso, para posteriormente realizar el injerto en la zona deseada. Sobre la técnica FUE, diremos que se trata de una extracción mediante el uso de un micromotor de cada una de las unidades foliculares de la zona donante, luego se clasifica y se implantan en las zonas con alopecia.

Resulta indispensable, llegado el momento, que el médico que propone realizar el trasplante, sea un cirujano cualificado. Este es el único profesional de la medicina que domina la técnica y por tanto, puede realizar de forma legal cualquiera de las técnicas citadas. A la vez que es el profesional que mejor puede indicar la técnica que resulte más adecuada en cada caso particular. Advirtiendo de las ventajas, desventajas y posibilidades de cada una de ellas, para que el paciente decida si sigue adelante con el proceso con toda la información en la mano.

Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que no deja de ser una cirugía, por lo que requiere que se realice cumpliendo los altos estándares de calidad e higiene que una cirugía de cualquier tipo. Por lo tanto debe llevarse a cabo en una zona que se encuentre totalmente esterilizada, con materiales adecuados, esterilizados o desechables y, por supuesto, en un quirófano. Este quirófano debe disponer de todo lo necesario para realizar una cirugía ambulatoria y encontrarse acondicionado para realizar cirugías de tipo capilar, es decir con unas particularidades concretas dentro de la cirugía estética.

En resumen, para convertirse en cirujano capilar, hay que estudiar medicina, especializarse y conocer todo lo relacionado con la alopecia y sus posibles causas y tratamientos, para poder realizar los trasplantes capilares si llega el caso.

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