Existen profesiones para las cuales no podemos decir que exista una formación reglada que te convierta en dicho profesional. Debes disponer de unos estudios superiores, una formación y una capacitación pero no tiene porqué ser concreta. Es el caso del interim manager. Este profesional asociado directamente al sector empresarial no tiene que realizar una formación exclusiva y concreta para ejercer como tal. Aunque para convertirse en un profesional de esta índole, si es necesario contar con la experiencia necesaria.
La figura del interim manager se ocupa de impulsar innovación en las empresas que contraten sus servicios, aportando sus ideas para lograr el éxito en el proyecto empresarial. Se trata de profesionales altamente cualificados, perfectamente capaces de desarrollar la solución a medida adecuada para cada cliente. Para entender un poco más sobre esta figura y como se puede llegar a ser interim manager, hemos ahondado en la cuestión. Por lo que podemos definir a estos profesionales como profesionales senior expertos que cuentan con un historial comprobado y certificado, en el manejo de situaciones de negocio de lo más complejo que requieren una rápida transformación.
Este tipo de profesionales ofrece diversidad de opciones en las empresas en las que son contratados. Como nos aseguran desde AMG Interim Managers, los profesionales se seleccionan tras extensas entrevistas, la realización de exámenes y una evaluación intensiva. Se trata de personas experimentadas que trabajan enfocadas en resultados, entienden de forma rápida el desafío que se les presenta y logran tener un impacto inmediato. Es muy frecuente que resuelvan los problemas urgentes en cuestión de semanas y no de meses, alcanzando objetivos en meses y no años. Una vez cumplida su misión, el interim manager, se va. Su alta especialización, procede de la experiencia y no de una formación concreta. No obstante, vamos a contaros lo que se necesita para trabajar como interim manager y algunas de sus virtudes.
Lo necesario para ser interim
Como venimos diciendo, para convertirse en este tipo de profesional tan altamente cualificado, no se puede realizar un curso, master o doctorado. Se requieren otro tipo de cosas. Por ejemplo, resulta esencial la actitud. Contar con una fuerte orientación hacia el trabajo, la motivación se encuentra en el recorrido y el objetivo, no en el presupuesto o la oportunidad de carrera profesional. Esto implica una clara vocación de servicio al cliente, puesto que se trata de aportar valor a quien contrata el servicio y no meramente de cumplir con la descripción del puesto de trabajo.
Igual de importante que la actitud, es la experiencia. Evidentemente debe ser muy exhaustiva en un sector concreto y con una función determinada. La especialización y exclusividad es esencial. La competencia en las diferentes situaciones como crecimiento de la empresa, la reestructuración de la misma, integración tras una fusión, etc. La capacidad de trabajo y de comunicación dentro de la organización en cuestión, así como la adecuada gestión de personal, directamente ligada a la transformación a la vez que se ejerce como asesor.
Pasamos a las aptitudes necesarias para desenvolverse como interim manager que deben pasar por la capacidad de análisis y síntesis, para simplificar. Contar con una gran aptitud a la hora de presentar planes y resultados, teniendo buenas habilidades a la hora de influir en el equipo de trabajo, proponiendo un enfoque práctico.
Dedicarse a ser interim manager puede resultar muy gratificante, puesto que proporciona la oportunidad de trabajar con personas que poseen un gran talento, al tiempo que se obtiene una remuneración muy atractiva.
En la actualidad, la demanda de líderes con la experiencia necesaria y la capacidad de guiar a las empresas a través del cambio o sean capaces de cubrir vacíos críticos es muy elevada. Razón más que adecuada para considerar la posibilidad de convertirse en uno de estos profesionales. Los interim manager o gestores interinos son, como ya hemos dicho, los profesionales experimentados capaces de ofrecer liderazgo, resolución de problemas y resultados en función de un proyecto, prestando su servicio en el momento que más se le necesita.
Este tipo de gestión no es solo un trabajo temporal. Requiere disponer de las habilidades reseñadas, a las que podemos añadir la adaptabilidad, la resistencia y la adaptación de la incertidumbre. Los que se dedican a trabajar como interim manager, insisten en que la clave para ofrecer los servicios y que se tenga en cuenta al candidato o candidata, se encuentra en el curriculum. Por lo que a continuación, vamos a exponer algunos consejos esenciales para redactar un buen curriculum para ofrecer los servicios como interim manager. Tanto si se trata de un profesional experimentado como si es el caso de un líder nato y emergente, nunca está de más, conocer las bases.
Construir un curriculum adecuado
Contar con un curriculum bien confeccionado resulta crucial. No solo porque constituye la carta de presentación y proporciona una primera impresión, sino porque cumple como argumento de venta y se convierte en un billete para obtener el puesto deseado. Además de enumera los trabajos realizados y se trata de un documento estratégico que destaca por la propuesta de valor y la capacidad para lograr resultados. Por lo tanto, si prestamos atención a la manera de elaborar el curriculum para que destaque, sabremos cómo uno se convierte en interim manager.
Resulta esencial el lenguaje en el que se habla dentro del curriculum. Esta carta de presentación debe hablar en el lenguaje de los resultados. No hay que limitarse a enumerar responsabilidades, hay que cuantificar los logros utilizando verbos de acción y métricas para destacar el impacto.
Debe confeccionarse el CV a medida para obtener el éxito. Es decir, cada puesto es diferente, por lo que el curriculum debe serlo igualmente. Hay que adaptarlo a las necesidades específicas de la empresa y sector al que se dirige en cada momento. Si el puesto requiere contar con experiencia en reestructuración, hay que destacar la experiencia en gestión de crisis y reestructuración.
Por supuesto hay que destacar en superpoderes. Los directivos interinos se buscan por sus competencias específicas como no paramos de repetir. En el CV hay que asegurarse de que constan de forma destacada las competencias básicas, sean en cambio financiero, eficiencia o transformación. Destacar la experiencia en todo lo relacionado con el liderazgo, la gestión del cambio y cualquier otra especialidad.
Por supuesto hay que ser claro y mostrar claridad frente al caos. Los que se encargan de hacer la contratación miran muchos curriculum. Debe por tanto ser conciso, claro y bien organizado a la vez que visualmente atractivo. Utilizar títulos claros, viñetas y espacios en blanco facilita la lectura y la compresión.
Dado que son muchos los reclutadores que utilizan sistemas de seguimiento de candidatos para filtrar los curriculum, hay que optimizarlo incorporando las palabras clave, como hacemos con Google. Esto aumentará las posibilidades de captar la atención.
El poder de la prueba es esencial, por lo que contar con testimonios y referencias añade credibilidad al contenido. Puede considerarse la inclusión de breves citas de otros clientes que han quedado plenamente satisfechos o una lista de referencias.
En el supuesto de contar con una cartera de proyectos realizados con éxito, conviene crear un documento o sección aparte para destacarlos. En este apartado, pueden incluirse estudios de casos, resúmenes de proyectos o incluso, enlaces para recursos que muestren la experiencia citada.
Sin lugar a dudas, hay que mantener este documento permanentemente actualizado con logros, habilidades adquiridas, proyectos recientes… Mostrando siempre la información más relevante e impactante para los clientes.
Prestar atención a la corrección y evitar erratas o errores gramaticales, puesto que puede proporcionar una impresión negativa. Por último, personalizar el resumen o perfil que se sitúa en la parte superior del CV. Hay que aprovechar este espacio para elaborar un relato convincente que sea capaz de captar la atención y la propia propuesta de valor que anime al lector a seguir leyendo.
Con estos consejos, la confección del CV será la más correcta ya adecuada.
Para finalizar, recordar que para convertirse en interim manager, hay que hacerse una serie de preguntas cuya respuesta, permiten saber si se esta preparado para cumplir con este rol. A modo de respuesta sobre lo necesario para convertirse en interim manager, hay que poner el punto en las siguientes cuestiones:
- Aceptar la incertidumbre. Hay que estar seguro de que se siente cómodo trabajando de esta manera, sin sueldo garantizado, ni seguridad a largo plazo. Este punto requiere alto grado de adaptabilidad y planificación financiera.
- Poseer los conocimientos especializados necesarios. Aunque los hay más generalistas, la especialización es la clave. Pensar en las habilidades y conocimientos sobre el sector que se poseen es fundamental para saber si se está preparado.
- Ser bueno en la comunicación y colaboración, puesto que se trata de puestos que requieren crear confianza y relacionarse de forma rápida.
- Sentir pasión por la resolución de problemas. A un interim manager debe gustarle encontrar soluciones y obtener resultados en situaciones de alto riesgo. La actitud proactiva puede marcar la diferencia.
Poco más podemos añadir en este momento, aunque convertirse en un interim manager, es un tema que puede dar para mucho más. Nos quedamos con estos puntos que son la clave para aquellos que quieran ejercer como gestores interinos profesionales.