Convertirse en odontólogo o dentista, requiere ir a la universidad. Los odontólogos y odontólogas son profesionales de la salud que tienen que pasar por la facultad de odontología para convertirse en dentistas cualificados. Sin esta titulación, no es posible ejercer. Por lo que para ser dentista, es obligatorio disponer de un grado en odontología y haber pasado por la universidad. Aparte de dentistas, en el campo de la odontología existen otras profesiones como higienistas, auxiliares, protésicos… cada uno de ellos, con una finalidad concreta y diferente.
En este artículo, vamos a hablar sobre lo necesario para convertirse en odontólogo. Estudios formales y reglados que deben realizar los interesados e interesadas en trabajar en un sector como el dental, siempre a la vanguardia. Dado el intrusismo laboral que se produce en otras profesiones, desde hace décadas, el mundo de la odontología ha llegado a ser víctima del mismo, dándose con cada vez, mayor frecuencia, casos de particulares que se dedican a ejercer como dentistas sin estar autorizados. Algo similar, ha ocurrido con la estética en numerosas ocasiones.
Según lo profesionales del sector con los que hemos consultado en CKA Grupo Dental, esto sucede debido a la confusión que existe entre la formación que recibe un dentista y lo que necesita para ejercer su profesión de forma legal. Por lo que conviene aclarar algunos aspectos, con la finalidad de que aquellos que quieran dedicarse a esta profesión o a trabajar en el sector de la odontología, sepan que formación deben recibir.
Lo primero que debemos tener claro es el concepto de dentista. A nivel legal, se considera odontólogo a la persona que ha finalizado sus estudios en Odontología o Estomatología, es decir, el Grado. Además, una vez finalizada la carrera, debe inscribirse en el colegio dental de odontólogos y estomatólogos. Como los médicos o abogados.
Lo que estudia un dentista
El campo de la odontología ha cambiado en su formación haciéndose más especializada. Si desde los años cuarenta hasta los ochenta, para convertirse en odontólogo, había que estudiar Medicina y hacer un MIR en Estomatología (ciencias de la boca), lo que se traducía en seis años por un lado y tres por otro, la carrera de dentista, se realizaba en nueve años. Esto, solo ocurría en España que, contrastaba con países como Francia o Italia, en los cuales, los dentistas solo tenían que realizar tres años de carrera para poder ejercer.
Al entrar en la Unión Europea, la situación de los odontólogos españoles, cambió para situarse al mismo nivel que el resto de países. En el año mil novecientos ochenta y seis, se crea en nuestro país la carrera de Odontología que dura cinco años, actualmente, un grado. Poco a poco, a medida que se implanta la carrera, desaparece la especialidad de Estomatología.
Aunque para muchos, la estomatología y la odontología suenen a algo completamente diferente, lo cierto es que se trata de lo mismo. Cabe señalar que existen algunos matices, pero odontólogo y estomatólogo, cuentan con las mismas competencias y atribuciones. La única diferencia reside en que los estomatólogos cuentan con una licenciatura en medicina que les faculta para ejercer la medicina general, con las limitaciones que impone el código deontológico, las propias habilidades y las competencias.
Dicho esto, la carrera de odontología en la actualidad, implica realizar un grado en odontología en una universidad. Se trata de un programa oficial de cinco años, diseñado para formar a los alumnos como dentistas. Esta titulación capacita para ejercer tanto en el sector público como en el privado.
La formación como dentista, conlleva la realización de la práctica odontológica general, de forma independiente y sin supervisión, una vez, superados los cursos de la carrera. Al mismo tiempo que capacita para reconocer las propias limitaciones y saber en qué momentos es necesario buscar consejo o referir al paciente a otro profesional. La profesión de odontólogo abre un amplio abanico de posibilidades a los graduados que pueden ejercer como profesionales autónomos, trabajar para empresas o formar parte del sistema público de salud.
Para acceder al grado, el perfil del alumno, no cuenta con restricciones diferentes a las establecidas en la ley (PAU), si bien es necesario que el alumno que pretenda acceder a este tipo de enseñanzas, cuente con la formación en ciencias de la salud necesarias. Esto incluye las siguientes características:
- Aptitudes para la manipulación precisa de instrumental con adecuada destreza manual. Atención a la profilaxis e higiene, presentando capacidad de orden por largos periodos de tiempo.
- Capacidad de percepción, atención y análisis.
- Empatía y capacidad para la compresión de los pacientes.
- Tacto, delicadeza y capacidad de escucha.
- Capacidad de adaptación al medio y los cambios que demandan ciencia y sociedad.
En conclusión, el objetivo fundamental de un Plan de Estudios en Odontología, es la formación de profesionales con los conocimientos adecuados y las habilidades, aptitudes y competencias necesarias, para obtener la capacitación de servir a la sociedad satisfaciendo las demandas sanitarias. Esto incluye la faceta de prevención, diagnóstico y tratamiento, de forma ética, eficiente y segura. Los profesionales de la odontología deben apreciar la necesidad de desarrollarse profesionalmente y formarse de forma continua a lo largo de toda su vida profesional.
Competencias del odontólogo
La odontología como parte de la medicina, conlleva una serie de valores profesionales, actitudes y comportamientos éticos que se aprenden en la carrera. Sobre esos aspectos, hablaremos a continuación, empezando por el primero de ellos que no es otro que conocer los elementos esenciales de la odontología como profesión, entre los que se incluyen los principios éticos del profesional y sus responsabilidades legales.
Comprender la importancia de estos principios para beneficio, en primer lugar, del paciente, de la sociedad y la profesión, poniendo una atención especial en lo referente al secreto profesional.
Es fundamental que el odontólogo sepa identificar las inquietudes y expectativas del paciente y, comunicarse con el mismo de forma efectiva y clara, sea por escrito o de forma oral. La comunicación incluye a pacientes, familiares, medios de comunicación si procede y otros profesionales. Lo que implica a su vez, comprender y conocer los aspectos sociales y psicológicos de mayor relevancia en lo que al tratamiento de pacientes, respecta.
Saber aplicar los principios elementales relativos al control de la ansiedad y el estrés sobre uno mismo, pacientes y otros compañeros de trabajo. Comprender que es de gran importancia desarrollar una práctica profesional con respeto hacia el paciente y su autonomía, creencias y cultura, al tiempo que se promueve el aprendizaje autónomo de los nuevos procedimientos y técnicas. La motivación por la calidad del servicio debe estar siempre presente para poder avanzar en la profesión.
Otro factor importante es el hecho de saber compartir la información relevante con otros profesionales y saber trabajar en equipo, comprendiendo la importancia que tiene, mantener y utilizar los registros con la información del paciente. Siempre preservando la confidencialidad de los datos manejados.
Conocer y saber identificar los problemas psicológicos y físicos que derivan de la violencia de género es uno de los aspectos más recientes a tener en cuenta. Capacitar a los estudiantes de odontología en la prevención, la detección precoz, la asistencia y rehabilitación de las víctimas ha cobrado gran relevancia en el sector.
Por otro lado, existen una serie de fundamentos de índole científica en la odontología. Estos fundamentos, implican la adquisición y valoración crítica de la información, lo que hace necesario comprender las ciencias biomédicas básicas en las que se fundamenta la odontología para poder asegurar una asistencia adecuada.
Comprender y reconocer la estructura y función normal de lo que se considera el aparato estomatognático, tanto a nivel molecular, como tisular, celular y orgánico, en cada una de las etapas de la vida. Al mismo tiempo, debe adquirirse la capacidad de comprender y reconocer las ciencias de los biomateriales esenciales para poder ejercer la práctica odontológica, junto con el manejo de las posibles alergias que produzcan.
En cuanto a los procesos generales de la enfermedad, el odontólogo debe conocer todo lo relativo a infecciones, inflamación, alteraciones del sistema inmune, degeneración, neoplasia, alteraciones metabólicas y desordenes genéticos. Lo que conlleva estar familiarizado con todas las características patológicas generales de las enfermedades y trastornos que afectan al organismo, sobre todo las que tienen repercusión en la boca.
A todo esto, se añade la capacitación para comprender los fundamentos de acción, las indicaciones y eficacia de los fármacos e intervenciones terapéuticas, teniendo presente sus contraindicaciones, interacciones, efectos sistémicos e interacciones sobre otras partes del organismo.
Por último, el grado de odontología, permite a los odontólogos comprender y reconocer los principios de ergonomía y seguridad en el trabajo, valorar críticamente y saber utilizar fuentes de información clínica y biomédica. El conocimiento del método científico y la capacidad para valorar los conocimientos establecidos y la información más novedosa, para poder formular hipótesis y valorar de forma crítica toda la información recabada, con la finalidad de llegar a la resolución del problema a través del método científico.
La lista no termina aquí, ya que queda añadir todo lo relativo a habilidades técnicas, entre lo que se incluye el diagnóstico, pronostico y planificación del tratamiento. El artículo no da para más, pero si nos proporciona una idea de todo lo que tiene que estudiar un odontólogo para obtener su grado, al que la experiencia, añade otro.